Nacida un 16 de diciembre de 1932 en San Francisco, EEUU, Dian Fossey tuvo una difícil infancia, marcada por la temprana separación de sus padres y el maltrato psicológico de su padrastro, un hombre estricto y frío; tanto, que no permitía que la niña compartiese mesa con él y su esposa, y hacía que ella comiese sola en la cocina.
Pero Dian pronto encontró en los animales el afecto que no recibía en casa. De adolescente le encantaban los caballos, y se pasó un verano trabajando en un rancho. Intentó estudiar Veterinaria, pero lo encontró demasiado difícil, y se cambió a Terapia Ocupacional.
En 1960, leyendo un libro del Investigador George B. Schaller, se enteró que sólo quedaban 500 gorilas de montaña.
Viajó a Tanzania donde conoció al paleoantropólogo Louis Leakey, cuyos descubrimientos habían revolucionado el estudio de los orígenes del ser humano, que también le informó del trabajo que Jane Goodall ya estaba llevando a cabo con chimpancés gracias a su apoyo.
Con los pocos ahorros que tenía, a
finales de 1966, Dian aterrizó en Kenya. Su destino eran las montañas Virunga, una cadena de volcanes en la frontera entre Ruanda, Uganda, y el Congo. De camino, paró en Tanzania para conocer a Jane Goodall y tomar nota de sus métodos de trabajo con chimpancés.
Para cuando montó su puesto de investigación en Karisoke, en 1967, en el actual Parque Nacional de los Volcanes en Ruanda, las décadas de cacería furtiva habían pasado factura.
Con la complicidad de unas autoridades corruptas, los furtivos estaban diezmando los sobrevivientes.
Dian se convirtió en conservadora, portavoz y detective. Ella y su equipo, patrullaban en el parque cada día, recogiendo cientos de trampas preparadas para atrapar a los gorilas y vender partes de sus cuerpos, así como a sus crías.
En 1968, la National Geographic Society envió al fotógrafo Bob Campbell a hacer un reportaje sobre el trabajo de Dian con los gorilas
Al principio, a ella no le hacía mucha gracia la visita porque la veía como una intrusión, pero acabó haciéndose amiga de Campbell.
Tras publicarse el reportaje de Campbell, Dian Fossey se convirtió en un icono feminista en Estados Unidos y el Reino Unido. En Ruanda, alcanzó la categoría de leyenda. Los nativos la llamaban “La mujer que vive sola en el bosque”, y le tenían el máximo respeto y admiración.
Rápidamente comenzó a tener grandes enemigos.
En 1974 recibió el grado de Doctora en Zoología por la Universidad de Cambridge.
Su incansable trabajo de campo, durante casi 20 años, le permitieron hacer conocer al mundo la situación de riesgo de ésta especie, y también establecer una nueva relación con ellos.
Junto con Jane Goodall y Birutė Galdikas, formaron las Trimates, el grupo de las tres investigadoras más importantes en primates.
En 1978, creó el Fondo Digit, el nombre de uno de sus gorilas asesinado, desde donde financió patrullas de guardabosques que protegían su hábitat.
En 1983 publicó Gorilas en la niebla, que refleja sus estudios y su relación con ellos en tantos años y también indaga sobre nuestra responsabilidad como Seres Humanos de tratar éticamente a los animales.
Es uno de los libros más importantes jamás escritos sobre nuestra conexión con el mundo natural y forma parte del legado de Dian, para que los gorilas de la montaña tengan un futuro como especie.
Fue asesinada en plena selva, un día después de la Navidad de 1985.
Su crímen quedó sin resolver.
Pero su recuerdo y su voz en defensa de la Naturaleza siguen vivos.
En 1987 su libro fue llevado al Cine, y una nueva generación de conservacionistas Africanos ha fundado The Gorilla Organization, que sigue los pasos de Dian y mantienen su Lucha y su Mensaje...
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