En esta vida hemos venido a perder. Puedes llegar a perderlo todo. Pierdes a tus padres. A tus hijos cuando vuelan. Un amor equivocado. Y el de tu vida. La sonrisa cuando te la roban. El norte. No encuentras el sur. Una partida de ajedrez. Pierdes por no hacer nada. O por darlo todo. Un amigo que no era. Un tren al que llegaste tarde. Pierdes las llaves de casa. El tiempo. Un billete de autobús a un lugar inesperado. Las horas en recordar a quien no debes. Perderte tú en el rincón de siempre. La memoria que escurre lo que hace daño. El miedo a la derrota. Pierdes porque venimos al mundo a perderlo todo, pero jamás está permitido perder... las ganas de vivir.
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