Margaret Keane nació en 1927 con el nombre Margaret Doris Hawkins en Nashville, Tennessee.
De pequeña era conocida en la iglesia local por sus bocetos de ángeles con grandes ojos.
Tras su primer matrimonio, en 1950 dio a luz a su hija Jane. En 1955 se casó con Walter Keane y continuó perfeccionando su técnica.
En 1959 pintó su primer cuadro profesional. Su marido Walter Keane cerró su negocio inmobiliario y se dedicó a vender los dibujos y grabados en grandes almacenes, libros de cómic y revistas. Estos cuadros, firmados con el apellido de su marido “Keane”, hicieron que el público interpretara que el creador era Walter y no Margaret, aunque ella no lo supo hasta tiempo después.
Margaret, bajo el nombre de su marido, llegó a ser una de las artistas más populares en la década de 1960. La timidez de Margaret hizo que durante 12 años el público creyera que los cuadros fueron pintados por su esposo.
En 1965 Margaret se divorció de Walter y ambos reclamaron los derechos sobre los cuadros. Ella declaraba que era la verdadera artista, pero Walter no reconocía nada.
En 1986 Margaret demandó a Walter Keane. En el juicio, el jurado pidió a los dos que pintaran un cuadro con su estilo característico. Margaret Keane pintó un cuadro en 53 minutos. Walter Keane no pintó nada alegando un supuesto dolor de hombro.
Margaret ganó el juicio y esto le permitió firmar sus obras como Keane. Además, Walter Keane dió una retribución de 4 millones de dólares por daños emocionales y deterioro a su reputación.
Para mi punto de vista, esta mujer fue muy importante en los años 60, ya que las mujeres eran bastante invisibles, pero ella logró no serlo.
Si os interesa esta historia, os recomiendo la película de Tim Burton llamada Big Eyes, la cuál cuenta esta historia.
enlace directo a la peli Big-Eyes
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